Mitos más comunes sobre el uso de chatbots e Inteligencia Artificial

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El uso de los chatbots y el desarrollo de la Inteligencia Artificial están experimentando un crecimiento sin igual en los últimos años. Tanto es así que el mercado de la IA registrará un valor de 190 mil millones de dólares en 2025, según el último estudio llevado a cabo por Markets and Markets. Por si fuera poco, un informe reciente realizado por International Data Corporation (IDC) afirma que el 75% de las empresas anticipa los beneficios basados en la eficiencia y la productividad de los empleados gracias al uso de Inteligencia Artificial.

Sin embargo, su auge al igual que el de los chatbots ha dado lugar a ciertos mitos alrededor de su uso. Por este motivo, Chatbot Chocolate, agencia especializada en el desarrollo de chatbots, ha analizado cuáles son las creencias erróneas más extendidas:

‘Chatbots e IA son lo mismo’. Uno de los mitos más comunes es mezclar ambos conceptos y asegurar la necesidad de introducir Inteligencia Artificial dentro de cualquier chatbot. ‘Aunque se tiende a pensar que es obligatorio, no es realmente así. Depende del objetivo del bot. Gran parte del éxito de un chatbot depende de su diseño y de la adecuada combinación de entendimiento del lenguaje natural, árboles de decisión y el uso de recursos visuales, no de Inteligencia Artificial’ apunta Ángel Hernández, socio director de Chatbot Chocolate.

‘Solo es interesante para grandes compañías’. Es cierto que existen numerosos sistemas ofertados por grandes compañías tecnológicas como Microsoft o IBM para construir chatbots y los costes por su uso dependen del número de peticiones que se haga al sistema. En el caso de empresas con poco volumen de interacción, el mayor coste será el de construcción del chatbot y no el de su posterior uso. El tiempo y complejidad de su creación dependerá de lo queramos que sea capaz de hacer, de los sistemas adicionales que haya que desarrollar o de las integraciones necesarias de otros sistemas o bases de datos, pero no del tamaño de la empresa.

‘Las máquinas no necesitan de los humanos para aprender’. Aunque las redes neuronales y las tecnologías cognitivas están demostrando sus capacidades con resultados espectaculares, como IBM Watson en Jeopardy, aún están lejos de replicar el cerebro humano y de poder tomar decisiones sin haber sido programadas previamente para ello. En este contexto, destaca la “hiperpersonalización” presente en compañías como Amazon o Netflix. Los mismos algoritmos que hacen que esto sea posible ya pueden introducirse también en chatbots y asistentes virtuales, previamente programados por humanos para que funcione de acuerdo con lo esperado.